LA CARTA QUE NO...

Te mandé una carta....

pero nunca llegó.

No me explico que pasó. Seguro que con la berza que arrastro se me olvidó echarla, o tal vez sea que los de correos son unos incompetentes y la han extraviado. Sí, creo que eso es lo que pasó. El sistema está en contra mía. No querían que esta carta llegase a su destino. Era una carta importante. Tenía que haber mandado un email y dejarme de tonterías, dejarme de estos sistemas obsoletos y caducos. La tecnología nunca falla, aunque... puede entrar un virus y no enviar el mensaje, o tal vez se lo mande al contacto que no debo, o me lo intercepte un hacker. Nada, yo me quedo con el sistema de siempre. Está claro que lo de siempre es lo mejor. Además es más romántico.

¡ Que le dén!. No me ruco más la cabeza. Ya aparecerá.

La carta que no...